Los nuevos microprocesadores de AMD para ordenadores portátiles están a la vuelta de la esquina. A mediados del pasado mes de febrero tuvimos la oportunidad de participar en una conferencia en las oficinas centrales de esta compañía en Austin (Texas) para conocer de primera mano qué es lo que nos promete la familia Ryzen Mobile 4000. Y, ante todo, promete una cosa: competir con Intel en el mercado de los ordenadores portátiles de tú a tú, algo que AMD consiguió hace ya muchos años en el ámbito de los equipos de sobremesa.
Durante nuestra visita a las instalaciones de AMD pudimos conocer con mucho detalle qué microprocesadores formarán parte de la primera oleada de soluciones Ryzen Mobile 4000, cuáles son las características más prometedoras y avanzadas de su microarquitectura, qué nos proponen si nos ceñimos a su relación rendimiento/vatio, y, por último, cómo serán los primeros ordenadores portátiles equipados con esta familia de CPU. Como veis, como primera toma de contacto no está pero que nada mal. AMD tiene un producto que, sobre el papel, podría ser capaz de ponérselo a Intel más difícil que nunca, algo que podremos confirmar cuando tengamos la oportunidad de analizar los primeros equipos que montarán las nuevas CPU. Mientras tanto merece la pena que conozcamos con detalle estos microprocesadores, así que vamos allá.
AMD Ryzen Mobile 4000: esto es lo que nos promete esta plataforma
La diapositiva que hemos elegido para arrancar refleja con claridad dos de las bazas más importantes de esta nueva familia de microprocesadores: su fotolitografía de 7 nm y la disponibilidad de microprocesadores con ocho núcleos y dieciséis hilos de ejecución (threads) diseñados específicamente para trabajar en el interior de ordenadores portátiles ultraligeros. Es evidente que AMD se ha esforzado para competir de tú a tú en un segmento de mercado en el que Intel siempre ha estado cómodamente afianzada, por lo que será emocionante comprobar cómo se resuelve una batalla de la que seremos testigos durante los próximos meses.
La microarquitectura utilizada por AMD en los núcleos de la CPU de los microprocesadores Ryzen 4000 es Zen 2, una solución de la que os hemos hablado en otros artículos, y que en estos chips nos promete un incremento del IPC del 15% si lo comparamos con el que nos ofrece la anterior generación de procesadores Ryzen. El IPC (Instructions Per Cycle) es un parámetro que refleja el número de instrucciones que una CPU es capaz de ejecutar en un único ciclo de la señal de reloj, por lo que cuanto más alto sea, mayor será su rendimiento. Eso sí, es importante que tengamos en cuenta que el IPC no es el único parámetro que condiciona la productividad de un procesador. Otros parámetros, especialmente la frecuencia de reloj, también tienen un impacto directo en su rendimiento.
Por otro lado, la lógica gráfica de estos microprocesadores, siempre según AMD, será capaz de ofrecernos un incremento de hasta el 59% por unidad de cálculo (la GPU alberga en su interior varias de estas unidades de cálculo o compute units). Y, por último, en lo que se refiere a la eficiencia energética esta marca nos promete una relación rendimiento/vatio muy alta, una estrategia en la que juega un rol crucial la integración de hasta ocho núcleos y dieciséis hilos de ejecución en sus microprocesadores Ryzen 4000 para ordenadores portátiles ultraligeros.