Con algunos meses de retraso y no sin controversia de por medio, Intel ha presentado en la noche de ayer su nueva gama 3000 de procesadores Xeon W al mismo tiempo que Apple presentaba sus nuevos Mac Pro. Dicha Serie y procesadores llegan bajo la arquitectura Cascade Lake y en configuraciones con hasta 28 núcleos y 56 hilos con frecuencias de 4,6 GHz y TDPs de 205 vatios.
En principio y según el roadmap que la propia Intel dejó ver, estos procesadores llegan con algo más de seis meses de retraso al mercado, donde debieron ser presentados en teoría a finales de 2018. Aunque este punto no está del todo claro, puesto que son segunda generación dentro de la arquitectura y ello no estaba especificado como tal y dicho roadmap, la serie 3000 llega para competir con la gama baja de los nuevos procesadores de AMD EPYC Rome.
Y es que la familia Xeon W se dirige a estaciones de trabajo de rendimiento empresarial, situándose por debajo de la familia Escalable y por encima de losXeon E3. Si comparamos a estos W con los E3 encontraremos que éstos poseen más núcleos, más carriles PCIe, memoria ECC y mayor número de tecnologías implantadas por arquitectura.